Este artículo ofrece una relectura de la narrativa de Guimarães Rosa (principalmente Gran sertón: veredas y algunos cuentos) que considera a ésta como la respuesta literaria del autor a la pérdida del universo sertanero, debido a la expansión de los procesos de modernización. Se retoma la interpretación transculturadora de Ángel Rama, pero reevaluándola a partir de autores como Idelber Avelar y Alberto Moreiras. Finalmente, se propone atender a la aparición de lo regional en Guimarães Rosa y los otros “transculturadores” como “aparición”, es decir, como voz que habla desde el “más allá”.