Este artículo plantea que Augusto Roa Bastos, João Guimarães Rosa, Juan Rulfo y José María Arguedas compartieron el esfuerzo de hacer audible la voz “iletrada” de miembros de culturas rurales e indígenas, e igualmente compartieron la experiencia de la imposibilidad de esta tarea. Elartículo termina indagando por lo que quedódel esfuerzo mencionado.